aborrecer - significado y definición. Qué es aborrecer
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Qué (quién) es aborrecer - definición


aborrecer      
verbo trans.
1) Tener aversión a una persona o cosa.
2) Dejar o abandonar las aves el nido, los huevos o las crías.
3) Aburrir, gastar algún dinero.
4) Aburrir, fastidiar. Se utiliza también como pronominal.
aborrecer      
aborrecer (del lat. "abhorrescere")
1 tr. Experimentar hacia algo o alguien un sentimiento que impulsa a apartarse de la persona o cosa de que se trata y a desear su desaparición o que no exista. Es menos violento que "odiar" y más apto para aplicarlo a cosas. Sentir [o tener] aversión. Aborrir, aburrir, desamar.
2 (pop.) Dejar de querer a una persona. (pop.) Abandonar una persona a otra de quien es novio o novia: "Si mi novio me ve con gafas es capaz de aborrecerme".
3 Abandonar un animal a sus crías.
4 (inf.; "con") Poner nervioso e impaciente a alguien: "Este chiquillo me aborrece cada vez que tengo que darle de comer. Me aborreces con tu testarudez". Aburrir, *exasperar.
5 (inf.) prnl. Desesperarse o impacientarse: "Me aborrezco haciendo sumas".
. Conjug. como "agradecer".
aborrecer      
Sinónimos
verbo
frase
3) indigestársele: indigestársele, tomarla con uno, tener entre ceja y ceja, tener entre ojos, mirar con malos ojos
Antónimos
verbo
apreciar: apreciar, estimar
Palabras Relacionadas
Ejemplos de uso de aborrecer
1. Aunque no te preocupes, porque el nacionalismo, que mucha gente parece aborrecer, seguirá siempre.
2. "Todo un programa pedagógico de los patronos para sus obreros". Cerca de 30 personas sentadas a la mesa de un restaurante madrileño escuchan al autor de El Jarama, una novela que dice aborrecer.
3. Y esto parte de lo que se pretende con las bombas de ayer÷ dividir a los británicos musulmanes de los británicos no musulmanes (no mencionemos el nombre cristianos), fomentar el mismo tipo de racismo que Tony Blair afirma que aborrecer.
4. Los tres difícilmente seguirán juntos porque la afición va camino de aborrecer al equipo y ya no se conforma con la salida de futbolistas complementarios que ayuden a recuperar la solidaridad y el compromiso, y acaben con tantas historias golfas como se cuentan en el vestuario.
5. Como justísima venganza ante sus continuos ataques que finalmente son eso: una solapada agresión queda elogiarle muy tranquilamente el budismo zen o el yoga o recitarle aquellos versos de "El Golem", de Borges, que él sabrá aborrecer: "El rabí lo miraba con ternura/ Y con algún horror. ¿Cómo (se dijo)/ Pude engendrar este penoso hijo/ Y la inacción dejé, que es la cordura?".